Mi pequeña Aruna, la inmensidad que dejas en mi vida es igual al amor que siento al recordar nuestros momentos juntas durante casi 18 años. En el camino de esta existencia fuiste mi gatihija y yo tu mamá humana, con estos cuerpos físicos aunque distintos fuimos dos almas entregándonos amor y compañía incondicional en que nos abrazamos infinitas veces compartiendo distintos momentos, risas, juegos, viajes y circunstancias de la vida buenos y malos, siendo mi guardiana espiritual siempre resistiendo muchas cosas para seguir a mi lado. Comunicarme contigo antes y después de partir de esta vida me ha demostrado una vez mas que la magia existe y que eres maestra y reflejo del espíritu universal del que todos somos parte y que nos abraza.
Ahora en el instante de la vida que me toca despedirte solo fisicamente pero conectando con tu alma mi hermosa chanchito trascenderas alto, mi hermosa gata cósmica estelar, se que estas en nuestro planeta, sin dolor físico, abrazada y contenida por la energía multidimensional y expansiva, te amare siempre conectando desde el corazón y el alma mas allá de lo físico, al cerrar los ojos nos sentiremos, gracias siempre mi beba, te extrañare siempre, te ama tu mamá humana.